El futuro de la energía .
La disponibilidad de energía es la base para el desarrollo. Hoy las personas están más conectadas que nunca y disponen de mejores oportunidades, mejor salud y un nivel de vida más alto.
La mayor parte de la energía que consumimos en la actualidad proviene del petróleo y del carbón y, cada vez más, del gas natural. Estos hidrocarburos suministran electricidad, calefacción, refrigeración y abastecen los sistemas de transporte. Además permiten sostener los nuevos estilos de vida y proporcionan los ingredientes químicos que forman parte de muchos productos.
La demanda global de energía va en aumento, impulsada por el crecimiento de la población con un nivel de vida cada vez mayor. Para 2050 se prevé que el número de habitantes del planeta alcanzará los 9.000 millones, casi 2.000 millones más de habitantes que en la actualidad. Muchas personas se sumarán a la clase media global y comprarán heladeras, computadoras y otros aparatos que consumen energía. En el caso de los autos, el número se duplicará o tal vez aumentará aún más.
Las ciudades son, cada vez más, el motor de la economía. Aproximadamente las tres cuartas partes de la población mundial vivirá en ciudades a mediados de siglo, lo que pondrá más presión en la obtención de recursos alimenticios, de agua y de energía, esenciales para el bienestar y prosperidad.
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Los expertos están de acuerdo en que la demanda global de energía probablemente se doblará para 2.050, respecto al nivel del año 2.000. Al mismo tiempo, nunca había sido tan importante hacer frente al cambio climático debido a las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otras tensiones a las que está sometido el medio ambiente.
Vencer estos desafíos requiere de un cambio radical en el sistema energético global y nuevas fuentes de energía. Dado que el sistema energético es tan extenso y la demanda de energía crece tan rápido, para lograr estos cambios, será necesario un enorme esfuerzo colectivo.